Poco a poco vamos creando nuestra carta particular de pizzas caseras, y hoy le toca el turno a la reina de la temporada, la trufa. Siguiendo como base la preparación de una masa al tradicional estilo Napolitano, vamos a sustituir la Mozarella por la Burrata. Este cambio se debe gracias a que no hace mucho vimos como en un restaurante Italiano de Madrid llamado Anema e Core, utilizaban la burrata para algo más que ensaladas.
Ya os hemos hablado anteriormente de la Burrata, visualmente se asemeja a una bola de mozarella, pero en cuanto la palpas te das cuenta que la bola es mucho más suave, su interior está mucho más líquida y se derrama con facilidad presentando una textura cuajada y fibrosa, como una crema fresca. No te preocupes en romperla con tus manos y esparcirla bien alrededor de toda la base de la pizza.
Ahora estamos en temporada de trufas, así que es la época ideal para preparar esta receta. Como ocurre con las setas, a día de hoy se conocen más de un centenar de especies de trufas en el mundo, de las que en Europa sólo se han encontrado varias decenas diferentes del grupo TUBER. Solamente unas pocas son comestibles y apreciadas gastronómicamente.
Como no podía ser menos, nosotros hemos elegido la Trufa Negra de Teruel para acompañar esta pizza, cuyo sabor es único y su época de recolección va de Noviembre a Marzo.
Para acompañar esta pizza, existe un producto más asequible que le da un aroma perfecto al plato, se trata de la marca Italiana La Rustichella, que tiene una pasta de trufa negra bastante rica y la puedes utilizar para dar sabor a tus platos como por ejemplo los Raviolis de Secreto que hicimos con ella.
Ponte el delantal, enchufa la Thermomix y adelante con esta receta.
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