Llamadme pesado, plasta o repetitivo, pero es que no puedo dejar pasar la temporada de alcachofas.
María y yo siempre habíamos tenido bastante recelo a la pizza caprichosa porque en todos los sitios donde la hemos probado, las alcachofas eran de bote. Aunque lógicamente tiene su sentido, imaginaros pedir una pizza por la noche a mediados de agosto en un restaurante a pie de playa. Los sitios dan lo que dan, y no es un mejor momento como para andar pidiendo alcachofas frescas.
La cosa cambió cuando probamos a prepararla en casa, esta pizza ha ganado con creces a la integral .
No dejéis pasar la ocasión y comprar alcachofas.
No hay ningún comentario