Es arriesgado, porque este tipo de carnes no siempre gusta a todo el mundo. Su dificultad no es alta, pero sería una pena desperdiciar horas de horno y trabajo para que cuando lo sirvas en la mesa los invitados se coman antes la guarnición que el cabrito.
Antes de ponerte manos en la masa, evita malas sorpresas y asegúrate de que les guste.
A nosotros nos gusta que la carne esté bien macerada, y para ello la solemos dejar unas 12 horas en un ajo aceite preparado especialmente para ella.
Os aconsejamos que pongáis como guarnición unas patatas panaderas con un poco de pimiento rojo.
Esquisito
Muchas gracias Ana 🙂